Vanessa Pérez

Queja, palabra que para algunos significa resentimiento o disgusto en torno a una situación, para otros es la manera de denotar inconformidad sobre algo. Para mi, la queja es un espacio donde el suelo es arena movediza, es un espacio adictivo donde abunda la negatividad y cuyo alto precio es el desgaste. ¿Por qué decidí escribir sobre la queja?, en los días en los que me dedico a observarme he notado como muchas veces me veo tentada a entrar en el espacio de la queja y como inconscientemente retomo patrones que son todo menos un puente hacia la tranquilidad. Si partimos del hecho de que toda acción tiene una intención positiva, entonces algo ganamos al quejarnos, quizás sea procurar la atención de otros, drenar el cúmulo de emociones que tenemos respecto a algo o a alguien, tal vez sea el medio para ser el centro de atención, para estar a la moda de los comentarios generalizados que son parte del día a día. Rafael Vidac plantea que "Con la mitad de la energía necesaria par

"Cuando ya no podemos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos" Viktor Frankl Fue un domingo distinto, a eso de las 06:00 pm inició el dolor. Tenía pocos días de haber aceptado un nuevo reto laboral, y allí estaba recostada en el sofá tratando de adivinar que podía ser aquel dolor en el ojo izquierdo. En agenda estaban escritas múltiples reuniones, una libreta llena de planes, y la mente llena de ideas, de proyectos. No había posibilidad para que aquella planificación tan exacta no se llevara a cabo tal cual como la había diseñado. Paradójicamente, la vida siempre encuentra formas de hacerme saber que no todo puede ser controlado, es más se encarga de recordar que a veces sólo podemos controlar la forma en la que reaccionamos ante ciertas situaciones. Fueron 48 horas esperando la opinión de un experto, dos días anhelando que fuera una simple alergia, un mal sueño del que iba a despertar. Uveitis Anterior Severa, palabras que

Quienes me conocen saben que mis días siempre tienen un toque dulce con aroma a café. Comenzar el día con una taza de café con leche y un toque de canela se ha convertido en una de mis rutinas favoritas, me llena de energía y forma parte de esos momentos de felicidad. Desde hace varios meses en conjunto con varias personas he estado trabajando en un emprendimiento muy distinto a lo que habitualmente hago, un proyecto que agradezco a Dios ver materializado con un espacio diferente llamado "Café Colao". Desde su concepción sabía que era un espacio dedicado al mundo gastronómico, que fusionaría sabores locales y Venezolanos, lo que quizás no imagine era todo lo que podía aprender en este lugar. Al principio era tal el ritmo de trabajo que no nos daba tiempo de observar lo que ocurría dentro y fuera del local, con el pasar de los días y gracias a la agilidad que dá la práctica comenzamos a ver vidas, parejas, familias, amigas, conocidos y desconocidos, cada uno diferente en

"Nacimos para ser auténticos, no perfectos" parece común escuchar éste tipo de frases en una sociedad en la que imperan los juicios y señalamientos a quienes no llevan su vida según el ritmo que otros consideran. Se dice que algo es perfecto cuando reúne las cualidades requeridas o deseables, en este punto me pregunto ¿Quién define esas cualidades?, ¿Quién establece que es deseable y que no?, ¿Cuándo decidimos medirnos según lo que otros esperan de nosotros?. Quizás algún día encuentre las respuesta adecuadas a esas preguntas, o tal vez simplemente no tengan respuesta. ¿Qué tanto daño puede causar mantener esa imagen de perfección? a mi parecer el costo más grande no es cuantificable, y cada día reafirmo que mientras más perfectos intentamos ser más nos alejamos de nosotros mismos. Estudia, juega, graduate, encuentra un buen hombre para formar una familia, ten hijos, y así vamos en un tren donde las estaciones tienen un check de validación, ¿Qué ocurre si detienes

"Un viaje de mil millas comienza con el primer paso" Lao-Tsé Hoy quiero compartir una experiencia de vida, el proceso de cambio más bonito, complejo, enriquecedor que he tenido en mi vida, mi cirugía bariátrica.  La negación en ocasiones se convierte en una zona de "seguridad" y tendemos a definirla o confundirla con la zona de confort. Muchas veces me escondía tras un NO por miedo o por desconocimiento, respondía todo ésta bien, me acepto, me quiero como si fuera una verdad absoluta soportada por bases falsas. La relación con mi cuerpo pensaba era buena, hasta comencé un proceso de revisión y crecimiento personal, ser consciente de que lo que mi cuerpo reflejaba no era congruente con mi verbo, fue un despertar doloroso y necesario. En diciembre del 2017, decidí hacer algo diferente, intentar un nuevo método en una lucha interna que tenía casi 29 años. Mi camino comenzó con google, investigando sobre la cirugía bariatrica, luego me asesoré con esp

Hoy quiero compartir un fragmento de un curso muy especial que diseñé para cerrar el año 2018. "El árbol de los deseos", surgió como una iniciativa para brindar herramientas que le permita a todo aquel que lo desarrolle alcanzar sus deseos, propósitos y resoluciones de año nuevo. Mi intención es compartir el primer módulo a fin de que sea de utilidad para todo aquel que lo lea