Café Colao



Quienes me conocen saben que mis días siempre tienen un toque dulce con aroma a café. Comenzar el día con una taza de café con leche y un toque de canela se ha convertido en una de mis rutinas favoritas, me llena de energía y forma parte de esos momentos de felicidad. Desde hace varios meses en conjunto con varias personas he estado trabajando en un emprendimiento muy distinto a lo que habitualmente hago, un proyecto que agradezco a Dios ver materializado con un espacio diferente llamado "Café Colao".

Desde su concepción sabía que era un espacio dedicado al mundo gastronómico, que fusionaría sabores locales y Venezolanos, lo que quizás no imagine era todo lo que podía aprender en este lugar. Al principio era tal el ritmo de trabajo que no nos daba tiempo de observar lo que ocurría dentro y fuera del local, con el pasar de los días y gracias a la agilidad que dá la práctica comenzamos a ver vidas, parejas, familias, amigas, conocidos y desconocidos, cada uno diferente entre sí, cada uno lleno de múltiples historias.

¿Café molido o instantáneo? es la pregunta que más se escucha en las mañanas, al principio noté cierta resistencia a probar sabores nuevos, a permitirle al sentido del gusto salir de los sabores habituales para sumergirse en una experiencia distinta. Con el pasar de los días la curiosidad hizo de las suyas, tal y como un niño que desea explorarlo todo, comencé a escuchar si me dá una taza de café molido, una arepa o una empanada.

Hoy, me da gusto ver tantos hermanos Venezolanos reencontrarse con los sabores propios de nuestra tierra, disfruto ver la sonrisa de la novedad en aquellos que nunca habían saboreado una taza de café recién colado o algún plato típico de mi país, cada día reafirmo que nacemos en países distintos pero en esencia hay elementos comunes que no están definidos o limitados por fronteras, que vivimos situaciones tan similares y que nuestra forma de reaccionar siempre es la que marca la diferencia.

Vivimos rodeados de tantas personas, con tanto por decir que es una lástima perderse lo que está ocurriendo en la vida real por un mundo virtual, quizás sea este el mayor aprendizaje que he tenido éstas últimas semanas.  Tengo la fortuna de aprender a diario de tantas personas, en su mayoría desconocidas, vidas que se permiten una conversación casual, que comparten con quienes hacemos vida en ese espacio sus alegrías, sus inquietudes, y hasta sus tristezas.

Quería escribirles sobre técnicas de enfoque, de atención plena, de conexión con el presente y después de permitirme vivir unos días centrada en lo que ocurre conmigo y en mi entorno entiendo que todo se resume en la voluntad, disciplina y autocontrol, lo que te permites a diario lo decides tú.

Hay tantos maestros de vida como estrellas en el cielo, sólo tenemos que enfocar la vista para observar, disfrutar y aprender de ellos.

Que tengas un hermoso día!

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